Un placer saludar a los lectores, nos estamos preparando para el II Festival en Homenaje al Día Internacional de la Danza y como preámbulo a este gran evento los integrantes del Ballet Folclórico Udenar, están preparando textos alusivos a la danza para ser compartidos con todos los seguidores y practicantes del movimiento corporal. Además está será una buena oportunidad para conocer a todos nuestros integrantes y como ha sido su experiencia dentro de la compañía. La primera en compartir su experiencia en esta nueva etapa del blog, es Alix Delgado una estudiante de derecho que aceptó combinar su carrera con la danza. Para mañana una nueva publicación, abrazos para los lectores; vuelvan pronto.
Bailar es un modo de vida, es ser sensible a lo que ocurre a nuestro alrededor, mirar en nuestro interior para saber que queremos y que podemos aportar al mundo, es crecer espiritualmente, a través del conocimiento de nuestro ser y así conocer que queremos expresar, que mensaje queremos dejar, que queremos hacer con nuestras vidas. Y yo decidí bailar, para liberar mi ser, para encontrarme con el ser que quiero, al lograr aprender a expresarme con mi cuerpo, a través de movimientos rítmicos que siguen las partituras de una composición musical, y no solo quedarme con este aprendizaje sino compartirlo, porque se que no solo brinda entretenimiento y muestra belleza sino también y más importante aún es que envía un mensaje implícito que se espera que todos lo vean, y entre estos mensajes, esta al que le he denominado histórico; el cual nos lleva al origen, al porque se baila esta danza, el que nos lleva a las tradiciones ancestrales y presentes, el de vida; por el hecho biológico de movernos y tener la capacidad de sentir y transmitir danza, el de libertad; porque escogimos bailar, el de paz; porque es un lenguaje que traspasa lenguas, razas, posición social, credos, el de cultura; en dos sentidos: porque el hecho de que aprender implica progreso, y también porque incluye costumbres, prácticas, vestimentas, religión, rituales, normas de comportamiento y creencias, esto puede ser al personificar a la hora de danzar o al cumplir los requerimientos que implica ser un bailarín.
Por lo anterior me atrevo a decir que nadie puede dar de lo que no tiene, por eso insisto en la idea de saber quienes somos antes de querer participar estos mensajes, entre otros mensajes que queramos y podamos divulgar.
Aunado a lo anterior, son pocos los que escogen este estilo de vida, pero los que lo hacen pienso que tienen un doble reto, porque danzar no es solo moverse al ritmo de la música sino desarrollar una formación disciplinada, e integral, que exige compromisos con los objetivos que se quiera lograr, pero también retribuye con afectos que compartan ideales parecidos, además que genera satisfacción consigo mismo, pues el que escogió este estilo de vida es porque llena en cierta medida sus expectativas.
Nada más gratificante entonces que el compromiso cumplido y el compartir nuestro esfuerzo con los demás a través de las diferentes presentaciones, porque no cabe duda que estoy en un grupo lleno de personas comprometidas con la danza, que tienen mucho por trasmitir, del cual he aprendido y aprendo mucho ensayo tras ensayo, sobre todo de parte del “maistro”, grupo al que quiero y respeto y con el cual espero seguir compartiendo vivencias y escenarios.
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