XVII Festival de Músicas y Danzas Andinas

Me alegra mucho saber que mis hermanos del semillero se están apropiando cada vez más de los espacios que nos competen a los integrantes del Ballet Folclórico Universidad de Nariño, en esta oportunidad Crhristian Goyes ha decidido compartir con todos nuestros visitantes la experiencia vivida el pasado 19 de junio en la Concha Acústica Agustín Agualongo, lugar donde se celebró el XVII Festival de Músicas y Danzas Andinas, organizado por la “Corporación Cultural Triángulo” y la fundación “Tierra que anda Hombres que Cantan”.

Día tras día, sabemos que significado de la danza se transforma de una lección a un mundo lleno de emociones, que son el cultivo del esfuerzo y la continua labor de seguir adelante, no solo para aprender sino para que se convierta en parte fundamental de nuestra vida.

El festival de música y danzas andinas, un maravilloso evento que desde una perspectiva diferente a la que siente el público, ser parte de este maravilloso espectáculo interpretando a un personaje, las Mojigangas de Funes; un personaje lleno de color y vida en que su piel seria la nuestra, es más que solo disfrazarnos, es sentir y ser ese personaje, son muchas las anécdotas que nos han enseñado y nos han hecho crecer, ya que cada ensayo, cada error y cada acierto son parte de ese gran significado que se le da al personaje, un personaje que cultiva al artista que llevamos cada uno de nosotros y que nos enorgullece llevar en lo alto de nuestra cultura, es grato compartir que el significado y el sentimiento de estar detrás de un personaje no es fácil, se necesita constancia, dedicación y mucho amor, porque no solo es nuestro rostro el que expresa emociones, sino todo nuestro cuerpo, y bajo la perseverancia y el saber que es una labor para brindarle a nuestro maravilloso público, nos brinda la certeza de seguir haciendo un buen trabajo.

La oportunidad de trabajar junto con nuestros amigos del elenco, demuestra a nuestro ballet que en nuestros corazones buscan un solo propósito y es difundir la cultura a través de la danza, donde no hay distinción y lo que importa es ver la sonrisa y la alegría en cada espectador.

Sin importar el clima, sin importar la inclemencia; el grito de la danza es más fuerte que eso e incluso la misma guerra; porque con ella, mantiene unido a un pueblo por la fuerza de la cultura y por eso que se dice que “La Danza Es Un Poema En El Que Cada Movimiento Es Una Palabra” y la alegría que se sintió en el festival fue la misma que une a un pueblo.

Por eso es que detrás del telón, de lo que no se mira, de lo que no se escucha, es donde hacemos que la magia nazca, para luego llevarla y expresarla en el lugar donde cada danzante expresa su identidad y es en el escenario, el lugar donde el significado de todo lo que hemos aprendido se vuelve realidad, y es cuando se mira al publico lleno de emoción, y esperando a que la música se conecte con nuestro cuerpo; es el momento crucial donde nuestros sentidos son solo uno con la música, donde sabemos que cada paso que damos, cada movimiento que realizamos es la pasión la que llena nuestros corazones y solo así poder transmitir esa emoción a cada espectador.

Finalmente es un orgullo haber participado de este espectáculo maravilloso, una melodía más para seguir escuchando nuestros corazones, y sentir lo que de verdad significa el poder de la danza y así como alguien dijo "El arte es más que música y danza, es el real reflejo del alma".

Algunas fotos de los ensayos previos al evento.


La presentación final.

OTRO CAPÍTULO EN NUESTRO GRAN SUEÑO


La primera salida nacional de nuestra compañía, ha sido para Riosucio Caldas, un lugar que nos llenó de emoción y se deleitó con los ritmos nariñenses, nunca antes habíamos sentido un cariño tan especial que hiciera que nuestros ojos se llenaran de lágrimas al recordar nuestra tierra natal. El texto que sigue es de la autoría de Mery Torres, quien ha tomado la vocería por todos para compartir esta experiencia tan enriquecedora.

El protagonista de este texto es Riosucio Caldas, lugar encantado por el arte musical y dancístico entre otros, a quien visitamos en los días 25 a 29 de Junio de 2009, en representación de la Universidad de Nariño y el sur de Colombia.

El relato inicia hace algunos meses, cuando llego la invitación desde Rio sucio Caldas al primer festival nacional de danza denominado “Colombia le danza a Riosucio”, pensamos entonces que la labor era representar no solo a nuestra Alma Mater sino también a nuestro departamento de Nariño y a nuestra gente sureña, fue entonces cuando visualizamos que una de las metas de nuestro ballet se cumpliría, y era la de llevar inicialmente por Colombia a nuestro departamento resumido en nuestro bailar, así vimos como en menos de dos años lo íbamos a conseguir; para ello debieron continuar las constantes preparaciones de vestuario, accesorios, maquillaje, además adquirimos algunos materiales y vestuarios nuevos puesto que eran necesarios para nuestra puesta en escena así que invertimos tiempo, dinero, compromiso, amor y dedicación a la preparación de este viaje, la maletas entonces empezaron a llenarse de expectativas, arduas preparaciones, además del sentido de pertenencia por nuestra región que muy seguramente debería transmitirse en cada paso que diéramos en aquellas tierras, así los paquetes de entusiasmo, corazón y ganas de visitar los rincones riosuceños acompañaron nuestro andar desde entonces.

Llegado el día abordamos en la madrugada nuestro camino en donde juegos, canciones y adivinanzas amenizaron el recorrido, haciendo que los lazos de amistad que algún día tejimos como equipo revitalizaran sus colores para seguir juntos en la consecución de más sueños, así la bienvenida con deslumbrantes atardeceres, paisajes, montañas, olores, y sensaciones con tonadas abrigadas comandadas por el cerro Ingruma, no se dieron espera y junto a unas pileras de “madrinas mágicas”, y un muy organizado comité coordinador del evento hicieron de nuestra estadía un ambiente muy hogareño.

Desde nuestra llegada empezaron a superarse nuestras expectativas del viaje, y fue desde entonces que inicio un arduo trabajo por mantener en alto desde nuestro quehacer momento a momento lo que significa ser nariñense y el amor que caracteriza a nuestro trabajo, en tanto conocimos escenarios, preparamos incansablemente nuestras salidas, para que al finalizar recogiéramos frutos y respondiéramos de la mejor manera a las expectativas de nuestros anfitriones, a pesar de algunos golpes, accidentes, y trasnochos de ensayo, que fueron superados en equipo, el viaje dio lugar a conocer gente, lugares, y costumbres, que enriquecieron no solo nuestra experiencia artística si no personal y cultural, así conocimos personas amables, sencillas, cálidas, con un gran sentido de colaboración y admiración por el arte danzado, conocimos plazas, iglesias, y lugares que se marcaron indudablemente en el libro de los recuerdos indelebles de la vida no solo del Ballet Folclórico UDENAR, sino en la vida de cada uno de los integrantes del elenco y nuestro director.

Ya en el momento de perseguir nuestro máximo objetivo nos apropiamos de escenarios prestados para dar a conocer nuestro trabajo, adornándolos con pasillo, bambuco, danzas ancestrales, guaneña, mojigangas, y sanjuan junto con las salidas del maestro, quedamos satisfechos los artistas y los espectadores, logrando posicionar a Nariño como uno de los mejores, al igual que lo hicieron todos aquellos departamentos y lugares que tomaron el escenario, así nos trajimos de regreso una maleta mas grande, llena de rostros alegres, experiencias enriquecedoras, imágenes, olores, sabores etc., que permitieron también dejar un pedacito de cada uno de nosotros en esas históricas tierras, y traernos un millón de corazones y amigos… después de este breve relato de nuestra experiencia solo resta decir: Gracias Riosucio por tan hermosa experiencia y nos veremos pronto Perla del Ingrumá.

Proceso de Formación

Saludos a todos, en esta ocasión traemos para nuestros visitantes la primera publicación hecha por uno de los integrantes de nuestro Semillero de Formación: Derian Delgado; quien ha compartido el proceso de formación con nosotros. Gracias compañero por permitirnos conocer tu experiencia personal, espero y los demás se animen a escribir para nuestro blog.

El aprendizaje, como elemento fundamental del progreso, es un proceso arduo, extenso, extenuante y hasta en ocasiones pareciera volverse un tanto inalcanzable, pero si nos fijamos mas allá de estas palabras, notamos que llegar hasta donde queremos se convierte en un camino que vale la pena recorrer, y como no, si cuando lo caminamos notamos también que no estamos solos, que vamos acompañados de amigos, panas, parceros, cómplices, que para nuestra fortuna, entre chistes, lagrimas, alentadoras palabras y abrazos suavizan ese andar. Pues sí, esto es lo que una semilla llega a sentir, querer convertirse en un fuerte, grande y perdurable roble; no es fácil, pero se tiene la firme intensión. Pero ¿cómo se hace un roble una semilla? Primero que nada, se hace gracias a la intervención de nuestros “agricultores”, los maestros en este cuento; pero también necesitamos de agua, esa que sudamos en cada ensayo; y falta algo indispensable, amor, pasión, querencia por querer crecer y que es una dosis nada pequeña que cada uno de nosotros los semilleros le aportamos a la danza.