Fiestas Patronales Santiago -Putumayo

Aunque muchos están en vacaciones, nuestro trabajo no ha parado, seguimos en proceso de formación constante, tanto elenco como semillero le hemos sacado provecho a esta temporada de receso académico. Es grato saber que nuestros integrantes más jóvenes comparten con nosostros su experiencia dentro del Ballet Folclórico Universidad de Nariño. En esta oportunidad Juliana Rosales, nos comparte de una manera muy peculiar, lo vivido el pasado 24 de Julio en el departamento del Putumayo. Y como ella lo dice, las experiencias siguen y esperamos poderlas compartir con todos nuestros lectores. (Espero poder postear muy pronto las imágenes del evento)

A pesar de que la más reciente experiencia de presentación del Semillero ocurrió en la concha acústica; algunas “semillas” tuvimos la oportunidad de viajar a Santiago de Putumayo, para presentar junto con el elenco la muy conocida coreografía de las “Mojigangas”, que aunque conocida, no deja de salir con algunas fallitas que nos matan de risa, es más, la verdad ¡no sé cómo es posible que podamos seguir bailando si debajo de las mascaras estamos casi llorando de la risa! pero bueno; es que la mayoría del tiempo nos la pasamos en eso: en risas; pero mejor vamos desde el principio.

Para empezar, cuando hay que viajar siempre tenemos más maletas que personas así que para poder acomodarse siempre toma una eternidad, y no falta el personaje que se desaparece en el último momento, justo cuando el bus está a punto de arrancar y es cuando empieza una serie de eventos que hacen del viaje un “relajo”, es más, ni nuestro director se salva.

Cuando por fin llegamos, tenemos la oportunidad de conocer un poco del lugar, pero el frío y la lluvia nos obligan a “echar pa’la pieza” hasta que empiece el evento. Entretanto, tenemos también la oportunidad de familiarizarnos con las improvisadas interpretaciones de algunos compañeros en “¿Quien soy, quién soy?” y definitivamente la lección es: “No den papaya compañeros”.

Entonces al llegar la noche comienza el evento y se despliegan todos los espectáculos, pero solo nuestro grupo contó con un apoyo tan efusivo, porque modestia aparte, nosotros si animamos, hasta que llegó nuestro turno, y aparentemente todos habíamos marcado los pasos y nos los sabíamos perfectamente, pero de algún modo terminamos saltando para otro lado, girando para otro, zapatos volando, unos cayendo encima de otros y hasta arrodillados por ahí, pero que no se diga que no gozamos.

Finalmente parecía que ya podíamos descansar y que íbamos a dormir, pero no faltaron las historias de miedo que más que terror producían risa, y la compañera que no desaprovechó para abrazarse a quien más cerca tuvo; fantasmas, brujas, duendes talla 28, la lamia y el mismo Spiderman nos visitó en la noche hasta que por fin quedamos profundos.

Personalmente, debo decir que me divertí mucho, incluso llore de la risa; los paisajes, sin palabras, son bellísimos, y es que tenemos un hermoso país; fue una experiencia muy amena e interesante de compartir y conocer a los demás integrantes de la compañía y es que cada ocasión es una oportunidad de aprender un poco más.

Bueno, ya para terminar quiero decirles que es para mí muy grato pertenecer a este semillero, puesto que aquí he podido aprender mucho, no solo sobre el ballet, sino también de las personas, conocerlas un poco cada día nos enseña cosas nuevas cada vez, y además debo agregar que todos ustedes son muy especiales y les doy mil gracias por todos los momentos que hemos compartido, eso sí, espero que sean muchos más.

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